miércoles, 23 de abril de 2008

En mi torcido camino,
la oscuridad me consume,
acaricia mi frío corazón
y destruye mi ser.

La vida me ha curtido,
con tantas heridas en mi ser,
oscuro es mi camino
y mi razón su luz.

¡Oh, dama del anochecer!,
¡Susurra tu dulce voz
que resquebraje mi alma
rompa mi frío corazón!

Dama de los ojos negros,
manos blancas como la luna,
labios de sangre carmesí y
cabello de negra noche;
Llévame contigo,
llévame en tus brazos
y con tu dulce voz
acelera mi muerte.

Cortame la vida,
corrompe mi ser.
Muerto estoy,
muerto estaré,
muerto para siempre....

No hay comentarios: